Grupo Folklórico Independiente El Arroyo los Cagaos
Villanueva de La Vera (Cáceres)
Ahí están.
El Arroyo los Cagaos somos un grupo de amigancios de Villanueva de la Vera, un pueblecito de dos ml habitantes situado junto a la sierra de Gredos. Vivimos por tanto en una esquina de Cáceres junto a las provincias de Avila y Toledo. Nuestra marcada identidad cultural nos viene dada por nuestra querida sierra de Gredos, que es la que nos imprime nuestro auténtico carácter de veratos, por estar “ a la vera de la sierra”. Dentro de la Vera, Villanueva se caracteriza por una gran diversidad de tonás y rondas que otros pueblos se han perdido, mantenidas en el nuestro quizás por la importancia que ha tenido siempre el culto al Peropalo. Como Dios tribal protector de Villanueva, el Peropalo ha proporcionado una fuerte identidad local que ha permitido que la gente no sólo se sienta orgullosa de ser “partocha”, sino que el gran despliegue de cantes que se realiza en esas fechas ha permitido que otras ocasiones del calendario festivo, muchas veces por añoranza de los días carnavaleros, se haga uso profuso del inmenso repertorio local, sin menospreciar por supuesto la importancia de la rondeña y la jota verata. Esto ha hecho que la canción tradicional se haya configurado como un fuerte elemento de integración que hapermitido nuestra supervivencia como comunidad en una modernidad hostil hacia los modos de vida rurales (Villanueva perdió más de dos terceras partes de su población en los años sesenta).
Los tres discos editados hasta la fecha por El Arroyo los Cagaos
Como grupo folklórico, El Arroyo los Cagaos nos hemos encontrado por tanto con una realidad en la que el folklore sigue presente en nuestro pueblo bajo muy diversas formas, existiendo ya una agrupación cultural destinada a la conservación del patrimonio de transmisión oral. Nuestra vocación no es por tanto la “recuperación” de algo en peligro, sino tan solo el uso y disfrute de nuestra propia manera de entender la música tradicional, acorde con nuestra propia experiencia vital en el siglo XXI. De hecho nos convertimos en un grupo folklórico casi por casualidad, porque tras un arduo aprendizaje un día decidimos apuntarnos a un concurso de jotas y rondeñas para “dar la nota” y necesitábamos un nombre acorde con nuestras intenciones. Esto nos sirvió de aprendizaje y publicidad, pero también nos permitió empaparnos de la espontaneidad que necesita la música tradicional, de modo que no hemos tenido problema en inventarnos melodías de laud para la jota y la rondeña en sus partes instrmentales que consideramos han de ser improvisadas por el instrumentista para que tenga verdaderamente poderío.
Luego se ve que a la gente le fue gustando y nos han ido llamando para tocar en otros lares, sin nosotros nunca mover un dedo para conseguir una actuación. Con el tiempo hemos ido aprendiendo a mantener una compostura mínima en el escenario para no faltar el respeto al público y a través de las grabaciones hemos ido dando salida las canciones que más nos gustan. Estas son por supuesto las canciones más escatológicas del acervo tradicional y que son a la vez las más cantadas en la taberna, que es nuestro lugar favorito de esparcimiento, como buenos veratos que somos. Este refinamiento mínimo para tocar en un escenario no nos ha hecho olvidar que la música tradicional es espontánea y es en la calle donde se ha de interpretar, de modo que siempre que podemos le damos un repaso al pueblo donde nos toca actuar.
Fuente: Youtube
En definitiva, con nuestra escatología e iconoclastia sin pretenderlo hemos retornado a la concepción de lo que se ha de entender que es la labor de un grupo folklórico como instrumento de esparcimiento, más que como instrumento político de apología del nacionalismo español que ha sido durante muchos años debido a la influencia perjudicial de la Sección Femenina (del movimiento nacional-católico franquista). Y es importante entender que el esparcimiento dentro de un acervo cultural común es lo que proporciona una identidad común para que una comunidad se mantenga unida y pueda hacer frente a los retos de la modernidad. Así pues, estamos orgullosos de ser parte del movimiento que ha recuperado el cante tradicional como forma de expresión del pueblo, donde se puede expresar tanto el contento por los dones de la vida campestre como el descontento con la política y la cultura dominante. Esperemos que ese no sea el único refugio que nos quede para expresar nuestra disconformidad con el sistema.
Cthuchi Zamarra
Grupo Folklórico Independiente El Arroyo los Cagaos
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